Como vimos, el poder representa una forma de relación estratégica entre una colectividad para sobrevivir a través del tiempo. Por tanto, requiere del establecimiento de relaciones de confianza entre los miembros de la colectividad.
Entre más fuertes sean esos vínculos mayor será el grado de confianza por un lado, y a su vez, mayor costo tendrá el rompimiento de tal vinculo. Ese valor se determina por la emoción o sentimiento que genere basado en la jerarquía de valores de cada individuo con respecto a sus relaciones personales.
¿Cómo se establece esa jerarquía de valores?
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, publicó en 1968 su libro Toward a Psychology of Being donde desarrolla su teoría sobre la jerarquía de necesidades, los cuales se explican de manera piramidal cuya base son las necesidades fisiológicas y cuya punta es la realización personal.
Entre las necesidades fisiológicas se encuentra comer, beber, secretar, respirar, dormir. Le sigue la seguridad del cuerpo, dónde guarecerse del clima, dónde dormir, etc. En tercer lugar la pertenencia a un grupo Aquí viene justamente la importancia de las relaciones sociales, los vínculos y la creación de relaciones de poder popular o dominación.
Las necesidades fisiológicas, de seguridad y pertenencia parten de la carencia que tenemos como organismos biológicos para satisfacer nuestra propia demanda vital.
En cambio, las motivaciones para el desarrollo personal como la autoestima, la realización y el auto crecimiento parten de a idea de sujeto que requiere una auto-realización para llegar a ser alguien.
Si tenemos clara la diferencia entre las necesidades fisiológicas y las motivaciones, nos será más fácil discernir entre lo que necesitamos y lo que deseamos. Ejemplo:
Necesito comer para vivir.
Deseo convertirme en millonario para realizar mi sueño.
Las comunidades humanas se auto-organizan para satisfacer primeramente las necesidades fisiológicas a partir de la organización, administración y ejecución del trabajo. Primero comemos, luego bailamos. De ahí que el poder atienda una necesidad material basada en la colaboración de miembros de una red. Así, todos dejan disponible sus recursos para la satisfacción de necesidades y deseos. Es decir, más comunidad mayor poder.
El problema es cuando no se tiene clara esa diferencia y se confunden las necesidades y los deseos.
Deseo comer
Necesito ser millonario.
Y es que en esta falencia es donde cabe la oportunidad de ser manipulados por otra persona con intenciones de suplantar tus necesidades en deseos.
Como se explicó en el video anterior, una de las fallas del poder radica en la insatisfacción de las necesidades vitales. Y es que en medio de la desesperación se pueden presentar ideas mágicas para consolar las deficiencias corporales.
Es ahí donde se generan las condiciones para que personalidades narcisistas o psicopáticas prometan encontrar las vías para satisfacer las necesidades a partir de ideas mágicas, religiosas o irracionales. Claro, a cambio de obediencia.
Cuando este tipo de personas logran suplantar las necesidades del sujeto, es cuando comienza el declive del poder, pues el sujeto deja de colaborar con la comunidad, cambia la jerarquía de necesidades por deseos y comienza a relacionarse como subordinado de otro u otros pocos. Es decir, a mayor individualismo menor poder. A mayor subordinación mayor será la dominación.
En suma, el poder es la materialización de la satisfacción de las necesidades vitales a partir de la organización colectiva. El poder jerarquiza las necesidades vitales y los deseos. A los deseos les anteceden las realidades materiales de la comunidad. Cuando hablamos de deseos y necesidades individuales no estamos hablando aún de poder, sino de necesidades vitales individuales.
Por tanto, el denominado “poder de uno mismo” es falso, toda vez que es un deseo, una idea no materializada. El poder es la capacidad de hacer, no el deseo de realizar, para la realización de los deseos se requiere de la colaboración de los miembros de la comunidad para realizarlos. Esa colaboración se traduce en recursos disponibles para cualquier miembro de la colectividad a partir de su prestigio.
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